martes, 14 de abril de 2009

El tinnitus debajo de la encía

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........Dentro de la raíz de cada diente y cada muela siento como se erigen edificios intraenciáticos y sensitivos. Todo es color mucosa, húmedo y con forma de cueva. Mi boca explota de crudo placer, Pero literalmente explota (y yo que soy de mente sencilla, no puedo idear otro modo de calmarla que hacerla estallar en un hongo atómico expelente de polvo de partículas de hueso y trozos de marfil).
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........Los maxilares sólo reposan cuando batidos a muerte se chillan esputos de agresión. Los maxilares ensayan por noche lo que será aquél futuro que planeo y postergo. Cada guerra es un mundo enfocado distinto y tejo sueños sonoros de rumiante musicalidad y oscuro desenlace, cementerios de piedra con árboles pelados de invierno, búhos que sabiamente iluminados por la luna acallan y observan.
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........¡Allí voy, Fiel Promesa! A ti voy reluciente de calma, dignamente estropeado por la vida, a cosechar de tus semillas, a contemplar lo inmenso. Y cuando la luna nos enfríe en cuerpos empapados, sabremos al fin que el río nos habrá devuelto más sabios y fuertes que antes. Cuando llegue ese punto estaremos seguros de estar listos para todo. Caeremos hasta el fin.
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2 comentarios:

Carolin dijo...

cuando llegue ese punto no habrá nada que perder. Entonces ahí sí.

Ahí sí.

SABRINA FISCHBERG dijo...

Mmm... me hizo acordar a mi cirugia de muela de juicio...

Está mal?

No caigas, no caigan, no caigamos!!

Besotones!